Cuando la luz alcanza una superficie, una parte de ésta atraviesa (transmisión) los materiales existentes (bien sea una superficie acristalada o una cortina), otra parte es reflejada hacia el exterior (reflexión) y el resto de luz se absorbe en el tejido siendo irradiada a posteriori en forma de calor (absorción).

Esta intensidad de iluminación ejerce un efecto directo sobre el ser humano, su capacidad de visión, bienestar, seguridad en el trabajo y economía, creando deslumbramientos en superficies planas y pantallas, efectos térmicos inadecuados y daños en materiales y en el propio ser.

El porcentaje de transmisión lumínica depende entre otros, de los  siguientes factores:

  1. Densidad del tejido o material
  2. Espesor del tejido o material
    (y grado de transparencia de la hilatura)
  3. Color del tejido o material
  4. Tipo de acabado